UN DÍA DE CIRCO

Un niño fue al circo con su padre y quedó fascinado con un enorme elefante, de fuerza descomunal. Al terminar la función, el chico vio cómo el domador ataba una de las patas del animal a una pequeña estaca clavada en el suelo.Le sorprendió constatar que la estaca era un minúsculo pedazo de madera. Papá, ¿cómo puede ser que el elefante no se escape?': le preguntó. Y su padre le dijo:"Porque está amaestrado". "Y si está amaestrado'; insistió el chico, "¿por qué lo encadenan?".

El padre no supo qué decirle.Otro hombre que había escuchado la conversación le reveló la respuesta: "El elefante no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que nació. Al principio trataría de soltarse, empujando con fuerza. Pero siendo un elefantito, la estaca era demasiado resistente para él. Y así continuó hasta sentirse agotado, impotente y, finalmente, resignado. Ahora ya ni se lo plantea".



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En la mayoría de mis acciones formativas y talleres siempre se toca el tema de las creencias. Existen creencias que nos limitan y otras por el contrario que nos potencian. El objetivo en muchos de mis talleres y en la mayoría de las sesiones de Coaching es tomar conciencia de nuestras creencias, entendiendo que las creencias son juicios hondamente arraigados que proceden de un pasado remoto (infancia, aprendizaje, educación, inicio de una relación, etc.) que configuran las acciones de las personas y de los sistemas e impulsan hacia una determinada dirección. Son interpretaciones Consideradas como hechos. Son por tanto, JUICIOS que hemos comprado e incorporado. Una creencia filtra cómo vemos la realidad. Frases como “La letra con sangre entra”. “Los ingenieros no tienen capacidad de socializar, son unos cabezas cuadradas”. “Para esto no soy bueno”. Quisiera empezar una nueva carrera pero ya estoy mayor para ello” ¿Has oído frases de este tipo a lo largo de su vida? Seguramente sí.Debemos de ser conscientes de nuestro lenguaje y el poder que tiene en nuestras relaciones desde nuestra más tierna infancia, pues estas CREENCIAS limitan nuestra inversión en nuestro talento y desarrollo.